Por distintas razones, las habitaciones de nuestros hogares son propensas a tener hongos. La mayoría de las veces se da por el exceso de humedad en algunos lugares, como los baños, la cocina y los dormitorios, lo cual conlleva a un problema en todo sentido: contaminación microbiológica a nuestros alimentos.

En el caso de nuestra despensa, la humedad se puede acumular en los lugares oscuros, en las paredes y en los muebles cercanos al refrigerador, para después contaminar alimentos mal cerrados o que también sean susceptibles al cultivo de hongos, como las frutas, las carnes y algunos alimentos procesados.

El exceso de humedad en Chile generalmente también se da por la poca ventilación, aunque también existen factores climáticos e incluso, de construcción del mismo hogar que impulsen esto, pero afortunadamente, hay formas de contrarrestar estos problemas.

¿Cómo puedo evitar tener hongos?

Lo primero es deshumidificar siempre nuestras habitaciones. El uso de agua caliente o vaporizadores en lugares cerrados, puede motivar a la aparición de estos hongos, por lo que la mejor solución es mantener ventilado constantemente, para evitar la formación de estos en lugares como el techo y las paredes. Existen también deshumidificadores que permiten atenuar la acumulación de humedad en algunas partes de nuestro hogar y que no tienen posibilidad de ventilación.

Otra de las cosas es pintar las habitaciones con pintura anti-hongos habitualmente. Esto evitará que se formen este tipo de organismos en algunos lados y permitirán incluso lavar la pared sin tener el temor de descascarar o dañarla.

En el caso de tener azulejos, debemos tener siempre limpio con cloro o desinfectante. Nuestra cocina es propensa al cultivo de hongos cerca del refrigerador, lavaplatos o cualquier elemento que ocupe agua. Siempre debemos estar atentos a esos lados cuando limpiemos.

Hay que tener en cuenta la detección de cualquier filtración en las paredes. Si se ven hinchados, es probable que tengan humedad y que aparte de tener hongos, se dañen si no se soluciona rápidamente el tema. Si notas alguna deformación, llama a un gásfiter para que la repare o selle.

También hay que detectar los alimentos que son propensos a tener hongos, de consumirlos a los pocos días, como las naranjas y limones. Estos frutos son los más susceptibles a tener hongos en su superficie, por lo que su consumo debe ser casi inmediato. No lo guardes en un lugar oscuro ya que la falta de luz contribuye también a la formación de hongos.

En caso de cualquier derrame de líquido, su limpieza debe ser inmediata y rápida. No dejar restos y sacar los restos con trapos secos o toallas de papel, con tal de no dejar más residuos en el lugar.

¿Qué pasa si ya hay moho en mis paredes?

Si ya hay moho en las paredes, lo que debes hacer es sacar los alimentos de ese lugar y revisarlos por todos lados, por si existe alguna contaminación en ellos. En el caso de estar en recipientes cerrados, revisa y limpialos por fuera, aunque lo ideal sea cambiarlos a otro lugar mientras desinfectas ese recipiente. Si detectas algún alimento ya contaminado, deséchalo inmediatamente.

Después de sacar los alimentos, revisa si tu despensa tiene moho además del lugar donde lo viste. Limpia con cloro o desinfectante y si está hecha de madera u otro material orgánico, también es fácil detectar humedad si se hinchó. Cuando lo hagas, aprovecha de dejarlos a la luz para poder revisar sin problemas.

Cuando ya hayas desinfectado el lugar, verificando que ya esté seco, puedes volver a poner los alimentos. También aprovecha de poner un frasco de bicarbonato abierto dentro del refrigerador para evitar los malos olores de las comidas.

Con todos estos consejos, ya estás listo para prevenir y combatir el moho en tu cocina y alacena. Si estás de vacaciones, revisa exhaustivamente todos los rincones por si encuentras algo, ya que el hecho de tener una casa cerrada por largo tiempo, también contribuye a la formación de hongos.